Joe Biden estuvo por debajo de sus (ya bajas) expectativas y la discusión es acerca de su posible reemplazo como candidato.
El primer debate entre el presidente Joe Biden y el expresidente Donald Trump definirá el rumbo de la elección, ya que las expectativas sobre ambos fueron notoriamente contrastadas con su desempeño: mientras que Biden dudó al arranque y se mostró distraído, Trump se mantuvo fiel a su personaje, incluso mintiendo la mayor parte del tiempo. De acuerdo con una encuesta de CNN entre quienes observaron el primer debate, 67 por ciento mencionó que Trump ganó el debate, mientras que 57 por ciento mencionó que no tienen confianza que Biden tenga la habilidad para liderar a Estados Unidos por cuatro años más.
Joe Biden invitó a Donald Trump al histórico primer debate previo a las convenciones que formalizan las candidaturas de Demócratas y Republicanos. Justificado por sus asesores como enfermo de gripa, Biden no solo perdió el debate sino que, al titubear y mostrarse ausente y distraído, confirmó las sospechas de que su edad le impediría ser suficientemente apto para ser Presidente cuatro años más. Si bien Biden finalizó el debate más estructurado respecto del arranque (con cifras y argumentos sólidos sobre el desempeño de su gobierno, especialmente las medidas recientes sobre migración y el cuidado en la frontera), analistas en diversos medios de comunicación destacaron la preocupación del Establishment demócrata sobre Biden. Legisladores, funcionarios, candidatos y patrocinadores de la campaña evaluarán, en los próximos días, si es necesario su reemplazo, que tiene como límite formal la Convención a llevarse a cabo en Chicago, Illinois, del 19 al 22 de agosto.
Donald Trump se mantuvo disciplinado en su mensaje y moderado en sus reacciones, a pesar de que mintió la mayoría del tiempo.
Donald Trump aceptó debatir en CNN con Joe Biden ya que era la gran oportunidad de revertir la mala prensa acumulada durante el año (generada por los diversos cargos en su contra), así como de contrastar su estado de salud. Sin mostrarse diferente en términos de conceptos, políticas públicas o críticas, pero moderado por el formato (los micrófonos se apagaban si no tenían el turno de hablar), Trump se mantuvo relativamente tranquilo, muy distante del candidato que arrasó en los debates internos de los Republicanos en 2016. Evitar responder preguntas complejas, especialmente las relacionadas con sus procesos legales en curso, así como las constantes exageraciones y datos inexactos, lo llevaron a mencionar constantemente afirmaciones falsas, engañosas o que no pudo probar, lo que pasó a segundo plano por la atención en el desempeño de Biden. En una referencia a México, Trump mencionó: “Hicimos tantas cosas, negociaciones difíciles con México, y lo obtuve todo a cambio de nada”.
CNN demuestra que un debate sí puede ser ágil, contrastante y útil para definir campañas.
Originalmente propuesto por CNN, el debate generó la discusión que podría definir la elección de 2024. El formato definió tiempos para los candidatos sin mostrar relojes en pantalla, pues tan pronto como se terminara el tiempo, el micrófono se apagaría. Dana Bash y Jake Tapper, moderadores del debate, preguntaron sobre diversos temas e insistieron en que los candidatos respondieran sus preguntas sin contestar solo si sobraba tiempo. Durante el debate de 90 minutos, CNN incluyó dos pausas comerciales: al final de la primera hora y previo al mensaje final de los candidatos. La agilidad del cambio de tomas, así como las imágenes comparando las reacciones de ambos candidatos fueron determinantes para evaluar su desempeño y definir, con mayor claridad, quién ganó o perdió y por qué.
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